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Casi 100 personas de toda España se congregaron ayer en Toledo para conocer las respuestas que está dando el sector de la discapacidad al envejecimiento prematuro de los trabajadores con discapacidad intelectual. Se debatió, entre otras cuestiones, sobre posibles soluciones para que este colectivo continúe participando en actividades laborales u ocupacionales valiosas y significativas con los apoyos necesarios para su desarrollo y la mejora de su calidad de vida.

En la jornada, titulada “Respuestas al envejecimiento de los trabajadores con discapacidad intelectual en los centros especiales de empleo (CEE)”, organizada por AEDIS y Plena inclusión Castilla-La Mancha, se advirtió sobre la necesidad de mantener a estas personas con el mayor nivel de actividad posible como la mejor forma de evitar y prevenir la aparición o el agravamiento de los efec­tos de deterioro.

Bernabé Blanco, presidente de AEDIS, explicó que esta jornada surge a propuesta de una comisión interna de AEDIS sobre envejecimiento, que ha detectado una especial preocupación en el sector sobre este tema, porque la disminución de la actividad productiva en las personas con discapacidad intelectual comienza en torno a los 45-50 años. “Las entidades del ámbito AEDIS y Plena inclusión tenemos que buscar fórmulas de transición hacia una actividad más pausada, un centro ocupacional o ayudar al trabajador a mantener su actual puesto de trabajo realizando los ajustes personales y sociales oportunos, es decir, garantizando los apoyos que necesite”.

Luis Perales, presidente de Plena inclusión Castilla-La Mancha, explicó que ha aumentado la esperanza de vida de las personas con discapacidad intelectual y son muy importantes los programas de envejecimiento activo específicos para este colectivo.

Elena Carrasco, Directora General de programas de Empleo de La Junta de Castilla-La Mancha, anunció que el Gobierno autonómico “quiere fomentar las estructuras de apoyo en los CEE, que los trabajadores con discapacidad reciban apoyos individualizados para que sean autónomos e independientes. En el área del envejecimiento, estas unidades van a tener un papel relevante".

Javier Pérez, Director General de Mayores y personas con discapacidad de la Junta de Castilla-La Mancha, dijo que “es muy importante que las entidades nos planteéis estos temas y un hito que se esté hablando de jubilación de personas con discapacidad”

La incapacidad y la jubilación anticipada como soluciones

José Manuel Sánchez-Cervera, profesor de Derecho del Trabajo en Upco-ICADE, ofreció, claves sobre la incapacidad y la jubilación anticipada de los trabajadores con discapacidad intelectual desde un punto de vista jurídico. Advirtió de que es “necesaria una reforma legislativa sobre este tema”, pero expuso varias sentencias favorables y reconoció que lentamente se está avanzando en el proceso de reconocimiento. Asimismo, pidió a los trabajadores de las unidades de apoyo que se impliquen en estos temas y faciliten su testimonio como profesionales en los juicios.

Buenas prácticas de entidades

La segunda parte de la jornada comenzó con la visualización de un vídeo, introducido por Fidel Ramos, miembro de la comisión de trabajo de AEDIS y antiguo director de Fundación San Cebrián, donde es voluntario. En él pudimos conocer la experiencia de Emilio, un trabajador con discapacidad de la sección de jardinería que después de jubilarse decidió ser voluntario en un centro de la entidad palentina.

A continuación se presentaron experiencias que garantizan la continuidad en el puesto de trabajo de las personas con discapacidad intelectual que presentan deterioro.

Juan Recio, gerente de Asprodes Salamanca y moderador de la mesa, puso en valor la figura del asistente personal y se refirió a la reducción de la jornada “como ayuda para paliar los últimos 4-5 años de actividad laboral de las personas con discapacidad intelectual, que son los más duros". "Nosotros apostamos por que el itinerario personalizado al empleo debe tener un revés cuando el trabajador envejece. La idea de combinar la parte laboral y social es clave".

Fernando Martín, de Lantegi Batuak, explicó que su entidad ha creado un nuevo sistema de organización de apoyos a la actividad laboral y ocupacional que permite combinar, en función de las necesidades individuales, diversas opciones (empleo ordinario, con apoyo, empleo protegido, servicios ocupacionales, etc.). Para ello, se plantean una variedad de alternativas entre las cuales ha de elegirse aquella que más se ajuste al trabajador, como por ejemplo, el cambio de actividad laboral, modificaciones en la actividad laboral actual, jubilación anticipada o transición a un centro ocupacional.

En Tasubinsa (Navarra) han creado una unidad de envejecimiento prematuro en la que se desarrollan programas individualizados que pretenden ralentizar la aparición de signos de deterioro, fomentar el crecimiento individual, favorecer la permanencia en el entorno habitual, así como mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual (con edades comprendidas entre los 45 y 65 años) que presentan envejecimiento prematuro. Cristina Sesma ha explicado cómo el programa ocupacional persigue “mantener el rol de trabajador activo de la persona con discapacidad intelectual que envejece al mismo tiempo que se sigue trabajando en el mantenimiento de sus habilidades manipulativas”.

Mª Rosa Gutiérrez, de Fundación Asprem (La Rioja), ha dado a conocer los protocolos de actuación que han creado en su entidad y que tratan de ser integrales, ya que no sólo abordan los aspectos relacionados con el puesto de trabajo, su desempeño y el contexto laboral del trabajador, sino que también tienen en cuenta aspectos relativos a la situación familiar, emocional, de salud, económica, las relaciones sociales… “El objetivo final es minimizar al máximo el impacto de esta nueva etapa en la vida de los trabajadores ofreciéndoles, a través de la cartera de servicios del grupo Asprodema, los apoyos que requiera”.

Aquí puedes ver el Vídeo presentado en la jornada