“La financiación pública a las ONG cayó entre un 5 y un 20% en 2010”, “20.000 usuarios y 4.000 asistentas, pendientes de la ayuda a domicilio” y “Estamos en una situación de emergencia”, son algunos de los titulares aparecidos recientemente en la prensa y que reflejan la realidad que viven hoy en día las entidades dedicadas a la atención de personas con discapacidad.
En algunas Comunidades Autónomas la situación es insostenible. Por ejemplo, el Comité de Representantes de Personas con discapacidad de Navarra (Cormin) ha trasladado al Gobierno Foral el escenario que se presenta ante el recorte de un 23% por cierto en las ayudas. En Castilla y León, la moratoria de la Ley de Dependencia retrasará en dos años las ayudas a 16.000 dependientes.
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