En el Día Universal del Niño 2016, Plena inclusión reclama que se garanticen apoyos para todos los niños y niñas en cuanto se detecten o se puedan predecir alertas en su desarrollo.
La detección precoz de problemas en el desarrollo, y una adecuada intervención desde el primer momento –en la que participen de manera importante la propia familia y el entorno–, son fundamentales para lograr mayores oportunidades futuras de inclusión social para los niños y niñas con discapacidad intelectual o del desarrollo.
Por tanto, Plena inclusión apuesta por un modelo de atención temprana que incluya –junto a la intervención profesional–, a la familia y al entorno como aliados fundamentales en el desarrollo de habilidades de la vida diaria, habilidades sociales y estimulación cognitiva para todos los niños y niñas con algún problema en el desarrollo. En la actualidad la situación de este tipo de servicios en la mayoría de las comunidades españolas, se caracteriza por la escasez de plazas y el aumento de las listas de espera, debido a una detección cada vez más precoz sumada a la falta de financiación pública de los mismos.
Otro tanto sucede en el ámbito de la educación, donde las necesidades especiales de muchos niños y niñas con discapacidad intelectual o del desarrollo, unidas a las carencias económicas de sus familias, provocan que la discriminación y la falta de acceso a una educación inclusiva y de calidad sean doblemente difíciles. Junto a ello, la falta de apoyos específicos en el aula y de conciencia del valor de la diversidad en los propios centros, provocan altos niveles de fracaso escolar.