Las obras del nuevo centro de día de Ampros, ubicado en El Alisal (Santander) y con capacidad para atender 40 personas ya han finalizado, y ya se está trabajando para iniciar la construcción de la nueva residencia para personas con discapacidad intelectual.
El centro, que ha contado con una inversión superior al millón y medio de euros, se ubica en la parcela que se sitúa en la calle Los Acebos (El Alisal), junto a los terrenos de la Cruz Roja, en una zona con buenas comunicaciones y que ha experimentado un gran crecimiento de población durante los últimos años, y a su vez, próximo a las instalaciones de AMPROS en Corbán y San Román.
El objetivo de la entidad es que sea un centro abierto a la sociedad con recursos que puedan ser utilizados por el entorno en el futuro.
En esta misma parcela ya se está trabajando para iniciar la construcción de la nueva residencia para personas con discapacidad intelectual con grandes necesidades de apoyo, un recurso que no existe actualmente en la ciudad. En estos momentos se está en la fase de diseño del edificio para iniciar en breve los trámites administrativos que faciliten la puesta en marcha de las obras, que podrían iniciarse antes de dos años.
Instalaciones
Las instalaciones de este centro son accesibles tanto física como cognitivamente, y dispone de diferentes salas de apoyo especializado que se reparten en tres plantas en las que conviven con otros espacios más habituales en este tipo de centros, como salas de referencia, espacios de comedor, zonas de gestión, baños adaptados o jardín, lo que conforma una superficie cercana a los 1.000 metros cuadrados.
Es especialmente reseñable el amplio espacio reservado para las actividades de estimulación sensorial que tienen como objetivo evitar o frenar el deterioro cognitivo de la persona, mejorar las capacidades cognitivas básicas, así como habilidades instrumentales elementales como medio de facilitar un mejor desenvolvimiento social.
También resulta significativa la zona de gimnasio y fisioterapia, que permitirá a las personas mantener las habilidades motrices con el fin de retrasar o evitar el deterioro físico propio de la edad o discapacidad y lograr un buen estado físico de las personas usuarias, fomentando el hábito saludable de realizar actividad física y/o deportiva.
