El Concello ha otrogado la licencia param que la Asociación Juan XXIII pueda ejecutar su primera residencia en la ciudad, un servicio que permitirá dar cobijo a las personas con discapacidad que puedan quedar desamparadas a lo largo de su vida.
Este era el último trámite que aguardaba el colectivo para comenzar a gestionar la financiación y sacar adelante un edificio que se diseñó en su día, hace más de dos años, para ofrecer 24 plzas destinadas a alojamiento y que funcionará también como centro de día para 21 usuarios.
Se ubicará en una parcela de 3.450 metros cuadrados en Fontesanta, al lado de la sede de la asociación, cedida en su día por el Concello para ese fin en la calle Blanco Amor.
Modificación urbanística
Para ello fue necesario tramitar una modificación urbanística, redactada por la arquitecta y exconselleira de Vivenda Teresa Táboas, que también tardó en concretarse y que tenía la finalidad de "permitir la construcción de una infraestructura adecuada para un uso de tipo residencial, dirigido a personas con discapacidad, por un periodo de tiempo indefinido y con la condición de que el destino otorgado a las parcelas cedidas sea la construcción de un centro dotacional dedicado a residencia permanente, con una capacidad inicial de 24 plazas en la modalidad de centro residencial y 21 como centro de día, dando servicios al colectivo de personas con discapacidad residentes en la ciudad de Pontevedra y en su zona de influencia".
Apuntaba también que la residencia "completaría el complejo actual de la Asociación Juan XXIII de equipamiento como centro educativo, centro de día y centro ocupacional, con talleres de jardinería, de automoción, de fregonas, de encuadernación y de artesanía. Además dispone de área de desarrollo personal y social con orientación psicológica, atención social, formación académica, rehabilitación (fisioterapia e hidroterapia), autogestión y asesoramiento familiar. Estas actividades se realizan a diario para el desarrollo integral de sus usuarios". La entidad dispone también de instalaciones en Cangas y atiende a unas 200 personas, con sus dependencias al completo, por lo que hay lista de espera.
Fuentes de Juan XXIII han apuntado que el inicio de las obras llegará tan pronto como se obtengan los primeros fondos y se ejecutará la residencia de forma progresiva, si bien sin marcar un calendario concreto.